Según William S. Gray existen dos
tipos de factores que influyen en el aprendizaje:
Los generales como el buen estado de
salud, agudeza y discriminación visual, agudeza y discriminación auditiva.
El socio afectivo como el equilibrio
afectivo, adaptación social y sentimientos de seguridad, aptitudes para el
trabajo en grupo, deseos de aprender a leer.
Un niño o niña emocional y afectivamente seguro de si mismo será un
niño potencialmente estable en la
adquisición del conocimiento y en el desarrollo del habla y la escritura ya
que, la interacción con su propio contexto y cultura le dará las herramientas
para apropiarse del conocimiento y en el caso de niños de la primera infancia
del desarrollo de las dimensiones comunicativas y afectivas. Siendo el lenguaje emocional el que nos indica si
queremos o no algo, o como nos sentimos al momento de conocer nuevas situaciones
para poder ser aceptadas o asimiladas.
Así lo plantea Alexander Ortiz (2009, p. 19) “Es importante que los niños y niñas
desarrollen procesos metaafectivos por
cuanto el conocimiento está mediado por la afectividad, sin afectos no se
aprende”